Leo Murillo Leo Murillo

Cómo comenzó Rebe en la Casa

It all begins with an idea.

Soy Rebeca, soy comunicadora y locutora comercial, emprendedora a tiempo completo desde hace 6 años, pero he tenido varios emprendimientos en los últimos 16 años que me han enseñado muchísimo y me han hecho crecer montones.  Soy esposa de Leo, a quien considero un regalo de Dios indiscutiblemente y desde el año 2020 tomé la decisión de dedicarme al trabajo más hermoso y desafiante que he tenido hasta ahora, ser ama de casa (cuando escribí esto no era mamá, ahora ese es el trabajo más desafiante y hermoso del mundo).

Desde que me casé he encontrado el matrimonio como una escuela como pocas, el Señor me ha enseñado tantas cosas en 5 años de matrimonio que me han hecho ser mucho más compasiva con otras mujeres, mucho más amorosa y más paciente y principalmente el Señor ha ido formando en mi un corazón más humilde y misericordioso, primeramente conmigo misma, para poder reconocer todo lo que Él puede hacer en mí y para entender que la vida es un proceso que en Sus manos puede llegar a dar mucho fruto.

En mi primer año de casada empecé a vivir muchos cambios que acompañan al matrimonio y de una forma muy natural me acerqué a una prima, y con mucha confianza y naturalidad le empecé a contar los retos que estaba experimentando, las cosas lindísimas que estaba viviendo en ese primer año de casados, las metidas de pata, las discusiones tontas y las discusiones importantes, en fin, me acompañé de ella en este proceso de aprender a ser esposa.

Pronto entendí junto con mi esposo, que uno aprende a ser esposa siendo esposa, y en ese proceso de aprendizaje tanto mi esposo como mi prima fueron fundamentales.  Mi esposo siendo paciente conmigo y misericordioso, dispuesto a perdonar y también a pedir perdón, dispuesto a construir juntos nuestro matrimonio y nuestro hogar.  Y por otro lado mi prima con mucho amor no sólo me escuchaba sino que compartía conmigo las enseñanzas que había aprendido en sus 3 años de matrimonio.

El hecho de tener a alguien a quién contarle mi proceso, a quién decirle algo tan absurdo como “ey los platos sucios se multiplican” y que me entendiera, o poder contarle si me estaba costando algún área de mi matrimonio y que me aconsejara, realmente fue una bendición que marcó una enorme diferencia en mi perspectiva.

Muy pronto en los primeros meses de mi matrimonio, llegamos a la conclusión de que habían demasiados temas que no se tocaban en las redes sociales sobre el matrimonio o sobre el cuidado de la casa, que no habían o no conocíamos muchos espacios en los que se promoviera la construcción de un hogar con amor y la enorme importancia de la responsabilidad que esto implicaba.

Unos meses después decidí crear ese espacio que yo sentía que necesitaba, una comunidad de mujeres que estaban, al igual que yo, construyendo un hogar, muchas amas de casa igual que yo, otras que además de tener el arduo trabajo del hogar trabajaban de manera remunerada fuera de casa, mamás solteras, o esposas con más de 25 años de casadas y con hijos mayores de edad.  Todas con el anhelo en común de hacer ese trabajo con amor y a la vez aprender tips para facilitarnos el proceso.

Rebe en la Casa nació el 6 de abril del 2020 y hoy somos más de 15000 personas aprendiendo juntas a construir un hogar.  Hago videos en Youtube con tips prácticos y consejos útiles para el hogar.  En Instagram creo contenido diario en donde trato de tocar diferentes temas con respeto y empatía, muestro parte de mi vida real con sus altos y bajos, y en mi inbox he llegado a tener conversaciones tan reales y tan profundas con tantas mujeres que no sólo necesitan escuchar que su trabajo es importante sino que necesitan con urgencia ser escuchadas y sobre todo valoradas.

¡Te cuento que tengo un Podcast!

Me di cuenta de que historias de 15 segundos nunca iban a ser suficientes para poder profundizar en temas que considero esenciales para hacer cada vez más ligera nuestra carga y poder enfocar nuestras fuerzas como mujeres valiosas en lo que realmente importa.

Siempre he dicho que si nosotras no estamos bien, si enfocamos todas nuestras fuerzas en cuidar a los demás en casa pero quedamos siempre de último lugar, entonces estamos poniendo en riesgo no solo nuestra salud sino que esos cuidados para los demás tienen fecha de expiración.  Ya sea porque nos alcance el desánimo, el cansancio o inclusive una enfermedad.  Tal vez seamos buenas callando a nuestra mente o a nuestro cuerpo que piden a gritos atención, amor y en la mayoría de los casos: descanso, pero el hecho de que los callemos solamente empeora las cosas.

Yo tengo a mi esposo y a mi hermana incondicional que lloran conmigo y ríen conmigo, pero no he dejado de pensar en qué pasa con aquellas personas que no tienen esa tribu, esos hombros para llorar o manos que le ayudan a levantarse.  La vida, la maternidad, el matrimonio, la soltería, ninguna etapa fue diseñada para que la viviéramos completamente solas, sin apoyo, sin un oído que escuche o un regazo para descansar.

Así que en la distancia, en los ratitos de un episodio de este podcast.  En las conversaciones honestas que tendremos y en las entrevistas que compartamos, en las historias de otras que van delante de nosotras, en las que han vivido lo mismo que nosotras y nos entienden, o en las luchas que no sabíamos que existían y en este espacio se visibilizan, en este lugar íntimo para conversar, yo quiero ofrecerte a vos la oportunidad de llorar y de reír sin ser juzgada y mejor aún sin ser callada.

Oro desde ya, para que este espacio pueda marcar la diferencia en tu corazón, para que te de nuevas herramientas para crecer, para que te ayude a ver si hay algo en lo que Dios quiere trabajar en tu vida, para que te ayude a ser humana, a hacer las pases con tus debilidades pero que te de fuerza para corregirlas.  Que lo que conversemos acá aumente tu fe, pues todo lo hablaremos a la luz de la Palabra y sobre todo que el Señor cumpla Su Propósito en ti.

Desde ya te agradezco una vez más, porque será un privilegio para mí acompañarte mientras cuidás tu casa, haces oficio o lavas platos, o mientras manejas en tu carro, terminás un proyecto de la U o tratas de dormir a tu bebé.  Donde estés quiero que sepas que no estas sola, que ya somos dos.

Romanos 12:15 Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.

Read More